
Caída de cabello en Disautonomía

La alopecia o caída del cabello es un fenómeno multifactorial que puede estar influido por causas hormonales, genéticas, autoinmunes, nutricionales, inflamatorias y psicofisiológicas. En el contexto de disautonomía, la caída del cabello se vuelve un síntoma frecuente, aunque poco comprendido, que puede estar vinculado a múltiples alteraciones del sistema nervioso autónomo, especialmente cuando existe estrés crónico, hipoperfusión, disfunción tiroidea o deficiencias nutricionales.
Según la American Academy of Dermatology (AAD), se considera caída excesiva cuando una persona pierde más de 100 cabellos al día de forma persistente.(1)
Signos y síntomas
Los signos de caída de cabello asociados a disautonomía pueden incluir:
Pérdida de densidad capilar generalizada.
Cabello más fino o quebradizo.
Caída en mechones al lavarse o peinarse.
Presencia de zonas con menor cobertura, especialmente en mujeres.
Disminución del grosor del cabello, especialmente en situaciones de estrés o fatiga extrema.
En algunos casos, esta caída puede coincidir con periodos de desregulación autonómica como crisis de POTS, síncope o brotes de fatiga postural.
¿Qué lo causa en personas con disautonomía?
Hipoperfusión: Muchas personas con disautonomía, especialmente POTS, presentan una irrigación sanguínea deficiente en regiones periféricas, incluyendo el cuero cabelludo. Esto limita el aporte de oxígeno y nutrientes a los folículos capilares【2】.
Disfunción tiroidea: La disautonomía frecuentemente coexiste con trastornos autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto. La disfunción tiroidea es una causa común de alopecia【3】.
Estrés crónico: El sistema nervioso simpático sobreactivado genera un estado de alerta constante. Esta hiperactivación sostenida puede provocar efluvio telógeno, una forma de caída capilar reactiva al estrés【4】.
Déficits nutricionales: Muchas personas con disautonomía tienen problemas gastrointestinales, intolerancias o dietas restrictivas que afectan la absorción de nutrientes esenciales como hierro, zinc, vitamina D y complejo B【5】.
Uso de medicamentos: Fármacos utilizados en el manejo de la disautonomía (como betabloqueadores, antidepresivos o algunos vasoconstrictores) pueden tener efectos secundarios que incluyen caída de cabello【6】.
Diagnóstico
El diagnóstico de la causa de la caída de cabello en el contexto de disautonomía debe ser multidisciplinario. Incluye:
- Evaluación médica general y revisión de síntomas autonómicos.
- Exámenes de laboratorio: perfil tiroideo, ferritina, vitamina D, vitamina B12, zinc, cortisol, hormonas sexuales.
- Tricograma o dermatoscopía capilar, si hay sospecha de alopecia areata o androgenética.
- Evaluación dermatológica y nutricional.
¿Quién diagnostica?
- Médico general o internista para el abordaje inicial.
- Dermatólogo/a para la evaluación específica del cuero cabelludo y tipos de alopecia.
- Endocrinólogo/a si hay sospecha de disfunción hormonal.
- Nutricionista si se evidencian deficiencias alimentarias o malabsorción.
- Kinesiólogo/a o terapeuta de disautonomía, si el paciente ya tiene diagnóstico de disautonomía y síntomas que sugieren alteración autonómica como desencadenante.
En el video de YouTube te explico las causas más comunes, cómo diferenciarlas y qué estrategias puedes empezar a implementar.
Video completo acá
Relación con la disautonomía
La caída de cabello no es solo un problema estético, sino que puede ser un síntoma de desregulación autonómica. En personas con disautonomía, especialmente aquellas con POTS o cuadros mixtos con intolerancia ortostática, el cuerpo puede priorizar funciones vitales, desviando el flujo sanguíneo lejos de estructuras “no esenciales” como el cuero cabelludo. Además, la inflamación sistémica de bajo grado y el estado de estrés perpetuo son comunes en este grupo y contribuyen al deterioro capilar.